El día de hoy engalanan nuestro blog con su poesía tres escritoras, quienes con el sentimiento a flor de piel nos llevan de la mano por el fascinante mundo de las letras.
Ellas son: Antonieta Arrecis, Amatista del Rosario y Everarda Morales.
Esperamos las disfruten tanto como nosotros.
Seguramente soy...
Seguramente soy como un bosque oscuro, mis pensamientos como ramas espinosas llenas de tupidas hojas, mi sonrisa el canto de un pájaro a veces estridente otras demasiado silencioso.
Ese bosque oscuro en donde no sabes que encontrarás, donde pisas con alguna precaución y temor, por no conocer sus senderos y hacia donde te podrán llevar.
Esa oscuridad que puede causar temor y rechazo, ante una mirada que puede transportarte hacia otra realidad con argumentos que tal vez pongan en tela de juicio los tuyos.
Una oscuridad que sin imaginarlo, logre guiarte hacia los senderos que te has prohibido evaluar, que has rechazado porque sí; y que al pasarlos constatas que tu perspectiva ha cambiado.
Una oscuridad que tal vez logre transformarte en alguna manera, modificando algunas actitudes, mejorando otras y veas, a veces, que la oscuridad de alguien puede guiarte a la luz.
Ahora debo afirmar, soy como un bosque oscuro y conocen mis rosas enramadas ocultas en esa oscuridad quien se da permiso de caminar en mis senderos, de escuchar mi sonrisa.
Antonieta Arrecis
Vida entregada
Qué
podré saber de la vida,
Sin
vivirla o dejarla dormida;
dejando
calladas las palabras sin salida,
huyendo
de nada sin saber cuál es la partida.
Absurdas
palabras que finalizan,
pasando
va el tiempo de prisa;
si
no soy tiempo
entonces
no entiendo,
porqué
quiero correr junto
a
cada minuto que cuento.
¡Mi
vida, milagro y maravilla!
Qué
es mi vida si no se da,
si
se guarda para nada,
Si
se oxida como el hierro en el frío
y la
soledad,
entre
llanto y humedad.
Dentro
de mi corazón,
se
guarda muy bien el amor;
queriendo
salir a cada instante,
me
da golpes fuertes para no olvidar
el
talento que debo pulir y brindar.
Cierro
mis ojos y puedo ver cuanto no veo con ellos,
¡Cuánto
me cierro cuando los tengo abiertos!
Como
es el mundo y esta realidad
queriendo
perder mi seguridad, en la duda
y
confusión.
Me
queda entonces aceptar, la paradoja
de
cada completo momento, que llega y se va sin hablar, sin callar,
callado
para siempre en el presente,
hablando
por siempre en el recuerdo,
esperando
mí voluntad con plena esperanza de perseverar;
Y
por siempre, por siempre amar.
Entregar
mi vida, es vivir en verdad,
así
siento completa la felicidad.
Desbordar
de alegría
con
solo pobremente dar, hasta cuanto no tengo
y cuanto sólo soy por quien llevo dentro,
tan
dentro del corazón:
Mi
Dios que se vuelve humilde ilusión solo para hacerme feliz.
Amatista del Rosario
Atrévete a amarme
Tus sentimientos por mí
Son como las olas del mar,
Que van y vienen
Vienen y van.
Un día me amas con locura
Y al siguiente, ni me llamas
Un día un apasionado beso
Y al siguiente… un beso en la mejilla.
A que le temes,
Si tus ojos me observan
Cuál es tu temor,
Si tus labios me desean.
El tiempo te corta las alas
Para no perder el vuelo,
El temor te priva de amarme
Y me priva a mi de amarte.
Ámame sin pensar en el tiempo
Sin detenerte un solo instante,
Quiero que vivas para mí
Y yo vivir para ti.
Everarda Morales 2004.
Derechos Reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario