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lunes, 17 de abril de 2017

Poesía a flor de piel


El día de hoy engalanan nuestro blog con su poesía tres escritoras, quienes con el sentimiento a flor de piel nos llevan de la mano por el fascinante mundo de las letras.

Ellas son: Antonieta Arrecis, Amatista del Rosario y Everarda  Morales.
Esperamos las disfruten tanto como nosotros.

Seguramente soy... 
Seguramente soy como un bosque oscuro, mis pensamientos como ramas espinosas llenas de tupidas hojas, mi sonrisa el canto de un pájaro a veces estridente otras demasiado silencioso. 
Ese bosque oscuro en donde no sabes que encontrarás, donde pisas con alguna precaución y temor, por no conocer sus senderos y hacia donde te podrán llevar. 
Esa oscuridad que puede causar temor y rechazo, ante una mirada que puede transportarte hacia otra realidad con argumentos que tal vez pongan en tela de juicio los tuyos. 
Una oscuridad que sin imaginarlo, logre guiarte hacia los senderos que te has prohibido evaluar, que has rechazado porque sí; y que al pasarlos constatas que tu perspectiva ha cambiado. 
Una oscuridad que tal vez logre transformarte en alguna manera, modificando algunas actitudes, mejorando otras y veas, a veces, que la oscuridad de alguien puede guiarte a la luz.
Ahora debo afirmar, soy como un bosque oscuro y conocen mis rosas enramadas ocultas en esa oscuridad quien se da permiso de caminar en mis senderos, de escuchar mi sonrisa.
Antonieta Arrecis


Vida entregada

Qué podré saber de la vida,
Sin vivirla o dejarla dormida;
dejando calladas las palabras sin salida,
huyendo de nada sin saber cuál es la partida.

Absurdas palabras que finalizan,
pasando va el tiempo de prisa;
si no soy tiempo
entonces no entiendo,
porqué quiero correr junto
a cada minuto que cuento.

¡Mi vida, milagro y maravilla!
Qué es mi vida si no se da,
si se guarda para nada,
Si se oxida como el hierro en el frío
y la soledad,
entre llanto y humedad.

Dentro de mi corazón,
se guarda muy bien el amor;
queriendo salir a cada instante,
me da golpes fuertes para no olvidar
el talento que debo pulir y brindar.

Cierro mis ojos y puedo ver cuanto no veo con ellos,
¡Cuánto me cierro cuando los tengo abiertos!
Como es el mundo y esta realidad
queriendo perder mi seguridad, en la duda
y confusión.

Me queda entonces aceptar, la paradoja
de cada completo momento, que llega y se va sin hablar, sin callar,
callado para siempre en el presente,
hablando por siempre en el recuerdo,
esperando mí voluntad con plena esperanza de perseverar;
Y por siempre, por siempre amar.

Entregar mi vida, es vivir en verdad,
así siento completa la felicidad.
Desbordar de alegría
con solo pobremente dar, hasta cuanto no tengo
 y cuanto sólo soy por quien llevo dentro,
tan dentro del corazón:
Mi Dios que se vuelve humilde ilusión solo para hacerme feliz.

Amatista del Rosario 


Atrévete a amarme

Tus sentimientos por mí
Son como las olas del mar,
Que van y vienen
Vienen y van.

Un día me amas con locura
Y al siguiente, ni me llamas
Un día un apasionado beso
Y al siguiente… un beso en la mejilla.

A que le temes,
Si tus ojos me observan
Cuál es tu temor,
Si tus labios me desean.

El tiempo te corta las alas
Para no perder el vuelo,
El temor te priva de amarme
Y me priva a mi de amarte.

Ámame sin pensar en el tiempo
Sin detenerte un solo instante,
Quiero que vivas para mí
Y yo vivir para ti.

Everarda Morales 2004.
Derechos Reservados.

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