INICIOS
Brenda Santizo empezó en el
teatro a los once años de edad, en la Universidad Popular. Realizó pequeñas
dramatizaciones en algunos colegios.
Sus profesores la
incentivaron a seguir en este arte porque veían su talento. La semilla que
sembraron en ella fue tan profunda que la hicieron ver el teatro como algo más
que un hobby.
Nelson Ortiz inició su
carrera artística inclinándose por la pintura. Realizó cuadros que vendía en
Antigua Guatemala (1998-2000) “de manera
informal”, en palabras del autor.
La primera obra escénica que
llevó a cabo, a su joven edad, fue el musical: “La Pasión de Cristo”, representando a Jesucristo. Fue
significativa para él porque se identificó por ser creyente y porque había una
ruptura de la cuarta pared, lo que permitía un diálogo con el público.
Consideraba que era un medio para evangelizar y poco a poco se fue sumergiendo
en la vida del teatro.
El amor por el teatro unió a
estos dos talentosos artistas guatemaltecos. En el año 2012 iniciaron,
formalmente La Maleta Producciones.
Se han presentado en teatros y centros educativos dentro y fuera del país. Su
lema es: “Concientizando a través del arte”. A ambos les apasiona dejar
una reflexión sobre lo que se vive en Guatemala. En cada obra presentan temas
como: los valores, los antivalores, la política y la educación. Su arte va más
allá del entretenimiento. Buscan retomar el teatro comprometido que se ha ido
perdiendo a lo largo de los años.
¿Qué
los impulsó a iniciarse en el mundo del teatro?
El deseo de decirle algo al pueblo, a la
sociedad. Uno como ciudadano, siempre tiene algo que decir (Nelson Ortiz).
Yo me inicié en el teatro porque tenía
mucha energía. De pequeña lo hacía porque quería ser actriz, por hobby. Con el
tiempo mi visión fue cambiando: Es importante que, como artistas, podamos
transformar muchas cosas: un país, una sociedad (Brenda Santizo).
Coméntennos
sobre algunas vivencias, experiencias o anécdotas que hayan tenido durante su
trayectoria artística.
Cuando uno empieza quiere hacer de todo, a
donde lo llaman uno va. Una vez me llamaron para ser botarga. Pensé que tal vez
nos íbamos a presentar aquí en Guatemala, pero fue en el Puerto San José. El
calor dentro de traje era terrible, pero fue una experiencia linda porque
empecé a notar que los niños tenían poco acceso a la cultura como tal y eso me
cambió mucho la manera de visualizar lo que hacía. Ver la magia que causa una
botarga hacia los niños fue muy interesante (Nelson).
Estaba en un
grupo en el que teníamos teatro escolar pero también lo hacíamos en salones
comunales para que el arte llegara a más personas. Mi personaje (de tía
española) aparecía hasta el final de la obra por lo que tenía que estar
escondida en un camerino. No me había dado cuenta que el cuarto estaba lleno de
ratas. Cuando me estaba maquillando noté que se estaban peleando. Mi conflicto
era: si salgo voy a arruinar la escena, me van a ver y voy a romper la magia,
pero si me quedo tengo que enfrentar mi miedo. Al final entró un compañero,
sacamos las cosas y salimos tapados para el otro cuarto. Fue una experiencia
complicada porque no se deja de ser persona, pero a la vez se es personaje (Brenda).
De
todas las obras que han presentado, escrito, dirigido…, ¿cuál les ha gustado
más y por qué?
A mí, la que me ha gustado más es “El Agujero Negro” por lo que representa
para nosotros. Yo hice la adaptación. En el primer llamado que llevé a cabo
para que me acompañaran al proyecto, todo mundo me dijo que no. La primera
persona, que era una actriz, al leer el texto, porque era teatro del absurdo,
dijo:
“Esto en Guatemala no lo van a entender
porque son estúpidos. No deberías montarlo, no sirve, no hay nadie que vea ese
teatro”.
Eso me terminó de impulsar. Realicé la adaptación para
poderla digerir aquí en Guatemala. Empecé a fusionar las artes: los
instrumentos, no solo el acompañamiento sino todo lo que requiere una función.
Me enriqueció mucho, laboralmente, para hacer otras puestas. Tardé un año para
encontrar el elenco. Nadie quería participar. Casi abandono el proyecto, aunque
algunos piensan que Guatemala no merece, no necesita tener algo diferente, al
contrario, me motiva saber que las personas sí piensan, solo que hay que darles
algo en qué pensar, no todo digerido. (Nelson).
En mi caso estoy de acuerdo con el
compañero: “El Agujero Negro” fue muy
importante y significativa para mí porque fue la primera obra que hicimos con La Maleta Producciones. Como cocreadores
tuvimos esa libertad de proponer, la creatividad, la música, el mensaje tan
lindo de la obra. Me involucré muchísimo más en medios, en publicidad y en
todas las estrategias para irla mejorando cada vez más (Brenda).
¿Cuál
es el proceso para presentar una obra? (selección, ensayos, escenografía, etc.)
a.
Escoger
y analizar el texto dramático. Cuando yo no lo escribo
tiene que tener algo en lo cual yo pueda injertar lo que queremos decir a los
estudiantes. La mayoría de escritos dramáticos tiene un contexto social y cultural
del país que lo plantea entonces hay que adaptarlo y contextualizarlo al
nuestro;
b.
El casting (selección de
los personajes);
c.
El proceso de ensayos. Un buen montaje debería tener mínimo cuatro meses
de preparación);
d.
El descubrimiento de la
obra por parte de los actores. El director conduce la puesta hacia lo que se
quiere decir, pero son los actores los que se apropian de su papel, y;
e.
El esbozo del movimiento
escénico (Nelson).
Todos tenemos concepciones
diferentes. En mí caso inicio con la selección por ideas: Si yo me identifico
con algún tema o situación actual del país quizá otros también lo harán. Hay
que contextualizar lo que afecta a la sociedad, algo que toque el corazón de la
gente. El proceso es muy largo e incluye el marketing, el público objetivo, las
fotografías que son la parte visual, escoger a los actores, la escenografía por
su utilidad: si algo está presente es porque tiene que estarlo, para mí son muy
importantes los detalles. Nuestras propuestas son originales e innovadoras
(Brenda).
¿Qué
diferencias significativas observan entre los lugares donde presentan sus
obras?
Teniendo en cuenta que las
obras, muchas veces, se presentan en un patio o en un lugar cerrado, la
escenografía no tiene que ser difícil de montar, hay que acoplarla al proyecto.
Hacemos todo como un rompecabezas: que sea armable y desarmable como un lego.
El traslado también es complicado. No se puede construir algo fijo. Cuando tenemos
la oportunidad evaluamos los espacios antes de la puesta en escena (Nelson).
No es lo mismo un teatro,
una sala con las luces, el humo, la magia, el misticismo que un salón de actos.
Este último le resta acústica, el manejo de luces se pierde un poco, pero al
final nuestro objetivo es acercarle el teatro a la gente. Sabemos que no todos
asisten por lo que el hecho escénico es muy ignorado. Nos sustentamos en lo más
importante que es el contenido (el mensaje) de la puesta en escena. Procuramos
que el trabajo sea del mejor nivel con los recursos que tenemos: actuación,
vestuario, escenografía, etc. (Brenda).
¿Qué
los motivó a realizar la puesta en escena en centros educativos?
La indiferencia social, el abandono
cultural de los niños en los colegios, en las instituciones privadas y
públicas. Entendemos que reciben expresión artística, pero no siempre lo que se
les enseña es lo más adecuado. Llevarles un poco de concientización es lo más
importante para nosotros. Se realiza en dos fases: La puesta en escena y los
talleres. No es llevar el teatro por el teatro.
Nosotros concientizamos a través
del arte. Lo que queremos es que el estudiante pueda acceder al arte. En
lugares marginales y en lugares apartados también sirve como un medio para
subsistir y no solo para entretener.
Deseamos impulsar y llamar la atención de
los estudiantes de todo nivel, haciéndoles ver que realmente hay una economía llamada
naranja. Es lo que el arte representa en economía a nivel mundial. Tristemente,
el arte es visto como una forma para ganar dinero. Se ofrece algo que no hace
pensar como el reguetón. Algunos maestros nos dicen que lo único que les
interesa es que sus alumnos se rían. Creemos que el arte forma la cultura.
Deseamos darles otra opción para que ellos puedan elegir. ¿Qué nos deja el arte
que nos envían?, ¿qué es lo que estamos consumiendo? Perdimos mucho cuando el
teatro se volvió entretenimiento. Queremos recuperar la concientización. Existe
una gran diferencia entre entretener y educar (Nelson).
Porque es el primer acercamiento que tienen
los jóvenes con el teatro, con el arte. Cuando yo estuve estudiando solo una
vez me llevaron al teatro. Fue una comedia mal hecha, solo para entretener. Hay
que tener mucho cuidado con lo que se le está ofreciendo al espectador, al
niño. Ese espectador de hoy va a ser el consumidor de mañana. Si se le presenta
un trabajo que no tiene contendido, que no está educando, entonces no le va a
quedar ese amor o esa espinita que deja el teatro. Es muy fácil que consuman lo
que los medios les dan: música, conciertos, etc. Es fundamental invertir un
poco más de tiempo para presentar teatro de alto nivel a ese nivel educativo.
Si se estimula el deporte ¿por qué no el teatro? (Brenda).
¿Cómo
ha sido su experiencia en la Efpem?
Una audiencia muy receptiva. Gente que
lee, que analiza, mejor preparada. Nos han tratado muy bien. Es un reto mayor.
Hay que preparar al público para que sea más exigente, con más criterio y
crítica, para que se cuestione si está bien o no lo que reciben. No hay que
subestimar a nadie (Brenda).
Ha sido una bonita
experiencia. Una oportunidad. Eso fue lo que me gustó de Efpem. Hay un reto
artístico más fuerte. Pueden emitir un juicio crítico. Cuando el público es
preparado uno sabe si la puesta en escena llegó a donde tenía que llegar o no.
A mí me ha servido de realimentación. El público nos hace crecer. La gente
que lee expande (Nelson).
¿Cómo
equilibran su vida artística y profesional con la familiar?
Es
complicado separar lo del trabajo con la vida personal. Siempre estamos
hablando del teatro, pero sabemos que hay que recrear la otra parte también.
Como directores y líderes tenemos diferentes criterios. Lo que hacemos es
dividirnos los roles para que las ideas no choquen. Con el tiempo hemos ido
madurando y creciendo (Nelson).
¿Qué les sugieren los siguientes
términos?
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