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La sombra del otro 
Éramos lo más bello en la sombra del
  otro. 
La parte que era inerte. 
Los escombros que quedaban, 
Silencio y muerte. 
Tú, hermoso desierto. 
Tan solitaria, tan tangible, tan
  fuerte. 
Tú eras brisa fresca y diluvio. 
Yo, montaña, permanente, dispuesto, 
Sigiloso. 
Otoño e incendio. 
Todo corría en diferente tiempo, 
Diferentes mundos. 
A la orilla de un hermoso abismo. 
Nuestra felicidad, capturada. 
La vertimos al viento, eterno. 
Tú eras una hermosa Venus, 
Y yo más bien un Saturno. 
El que estaba destinado a no ser. 
Gabriel García | 
Espectador 
Quiebra tus alas 
Valiente 
Porque la tierra está detrás 
Quiebra tus alas 
Valiente 
Porque el fuego alcanza 
Vierte tu alma al suelo 
Quiebra la estirpe 
Siente el suspiro 
Ve los ojos de los caídos 
Arden en sus recuerdos 
Gritan 
Esperan el final del día 
La campana suena 
Los cántaros están llenos 
La piedra roda en la colina 
Quiebra tus alas 
Valiente 
Que el camino te llama. 
Gabriel García. | 
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IRONÍA 
Comenzar con la casualidad más grande del día 
Antes la busqué y no se dio 
Quise hablarle… 
¡no funcionó! 
Mil palabras más por decir 
Pero aun así… 
El destino no nos hizo coincidir 
¡Vaya a darse tal ironía! 
¡Encontrarla el día de hoy! 
¿Por qué ahora? 
¿Por qué así? 
Tenerla allí. 
¿Considerarse estar preparado? 
Y de nuevo la cuestión 
¿Por qué hoy? 
¿Por qué aquí? 
Parece de suerte 
Estar al fin con ella de frente 
¿por qué ahora…? 
Ahora que las palabras no existen. 
¿por qué ahora…? 
Ahora que el pensamiento está vacío 
¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué ahora…? 
Ahora que hasta el corazón ha entrado en letargo fulminante. 
Ahora… ¡Sí! 
Ahora que divide una muralla de indiferencia. 
Ahora que el querer no basta 
Ahora que con el sentir se desvanece 
Y con el tiempo va desapareciendo el ser 
Y todo lo que a él lo hace vivir. 
Byron Pineda. | 
¿UNA LÁGRIMA PERECE? 
Hoy quise llorar, 
Cautivo, confuso, perdido. 
Sola la ventanilla, 
Acomodé los ojos para poder ver en ella, 
El renacer diario del alba 
Hoy quise llorar, 
El cielo no me lo permitió 
La neblina espesa y la brisa puesta 
Hoy quise llorar 
Pero la naturaleza lo retrasó 
La frescura en las hojas 
Invitándome a inhalar. 
¡Sí! ¡Así es! 
Hoy quise llorar 
Pero la lluvia no me dejó 
Me detuvo con sus caricias de agua 
Y dijo: _por ti lo hago yo. 
Byron Pineda. | 
tomó sus senos y me dio del río
por dulce leche para olvidarla.
por qué debo olvidarla.
tan dulce es tu aroma de ninfa que si de ella no vivo
yo por ella muero.
 
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