Abandonar mis miedos y prejuicios
Descubrir un mundo diferente,
Otros labios que besar, otro aliento que buscar.
Decidí tirar todo por la borda
Sin dejar a la razón aconsejar,
Embarcarme en la locura y no ver atrás.
Pero lo que vi, no comprendí
Cuando dentro del mar estaba
A punto de desembarcar apuntaba,
Mis pies paralizados, mi cuerpo petrificado.
Mi mente recobra el sentido
Mi corazón enloquecido
Tristemente adolorido decide despertar.
Desperté del sueño, vi la realidad
Lo que luego descubrí no podrán imaginar
Un mundo diferente, con calma aparente.
A la orilla de la embarcación
Solo pensaba en regresar
No pude bajar, la razón lo impidió
Sentí frío en los huesos,
Un frío que te quema, que te despedaza
Que te mata que te desalienta.
Descubrí que era falso.
Escondida en el bosque estaba la peor tempestad
Que jamás imagine.
Descubrí un mundo intenso con tempestades
Y decidí regresar, retomar mi camino
Hacia el horizonte mirar.
Un sueño efímero,
Casi logro mi vida nublar
Meliza Crispin
Llena de orgullo saber, que pertenece a un paraíso donde la mano de Dios
se posó para pintar tantos detalles, que nos hacen herederos
de las más grandes riquezas que muchos añoran y que somos afortunados de poseer
Una tierra que huele a maíz, a tortillas, a frijol, a café…
Y que desborda por donde se vea, el sello inigualable del Chapinismo.
Marimba que suena y llora a quienes con una lágrima o muchas
Han dejado este bendito lugar, para hacer aún más grande su país
Se lamenta el alma por lo que dejó atrás. Por la Patria
que se refleja en ese cielo blanco y azul, como los colores de tu hermosa bandera
Guatemala, sabes a ponche, a tamal, a tostadas… a atol de elote.
Un cuadro donde se juntan variedad de colores; desde los paisajes
Pasando por comidas coloridas, hasta llegar a las tonalidades variadas de piel
De cada uno de tus hijos
Te siembras en el corazón, tan profundo
Haciendo imposible no amar la belleza y la humildad de tu gente
Que sonríe ante la adversidad y lucha cada día sin detenerse
El esfuerzo de los hombres de maíz, que agradecen el honor
De ser llamados –guatemaltecos-.
Amada tierra maya, el corazón late fuerte al oír tu nombre
Guardas los más grandes secretos de la belleza de tu suelo.
Vive Guatemala y vive feliz; pues Dios se esmeró al crearte
Y hacerte sin comparación alguna…
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