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lunes, 20 de febrero de 2017

Un demonio habita en mí...

Los mayores obstáculos de la vida no siempre se encuentran en el exterior sino en el interior de cada uno.  Esta semana Antonieta Arrecis, estudiante del Profesado en Lengua y Literatura nos hace reflexionar sobre aquellos demonios (miedo, ira, venganza) ocultos en nuestro interior.  Disfruten este relato.

Un demonio habita en cada ser humano...

Si aprendemos a conocerlo, sabremos dominarlo y no dejar que sea él quien nos maneje como títeres, logrando que salga lo peor de nosotros...

Algunos manejamos más de un demonio, en lo particular podría decir que tengo como 3 importantes y fuertes, que a veces vienen a desestabilizarme y son: el temor al fracaso, la ira ante situaciones que no están bajo mi control, el deseo de venganza...


He sabido de la presencia de ellos en mí desde muy pequeña, inician como una sensación a la necesidad de complacer un deseo, como cuando quieres esa muñeca nueva en el aparador y que es en lo único que piensas, y deseas te la puedan comprar, tienes el deseo de hacer berrinche con tal conseguir lo anhelado...


Muchas veces me he autosaboteado ante cosas que ayudarían a mi futuro, pero me invade ese temor al fracaso y me posee un sentimiento que no me deja avanzar, las ideas se borran y no encuentro sentido  realizarlas, por lo cual las dejo sin ejecutar...

El deseo de venganza ante situaciones difíciles que me han causado sufrimiento, ese sabor tan particular, al pensar en lo que se podría hacer para devolver un poco de ese sufrimiento y saborear lentamente mi triunfo, demostrar que conmigo nadie debe meterse e imponerme...

Pero, conozco a mis demonios y eso es una ventaja, puedo dominarles y con ello obtengo mi libertad, esa libertad de mantenerme firme ante mis convicciones y de saber que día a día crezco y mejoro como persona, que no debo demostrarle nada a nadie, pues sé quién soy...



Que puedo lograr todos mis sueños y metas, pero que todo lleva su proceso y tiempo, que aunque tarde más del tiempo esperado lograré mi meta, mi objetivo y entonces ese temor a fracasar no tiene el poder para desanimarme...


La ira, es uno de los demonios más fuertes, pero que he dominado mediante la razón y la lógica, con la enseñanza de tantos errores cometidos, consejos escuchados, ejemplos a seguir y la buena orientación de personas que me han enseñado tanto...

Un demonio habita en cada ser humano, pero depende de cada persona el dominarlo o que le domine...


(Shadow)

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