Los mayores obstáculos de la vida no siempre se encuentran en el exterior sino en el interior de cada uno. Esta semana Antonieta Arrecis, estudiante del Profesado en Lengua y Literatura nos hace reflexionar sobre aquellos demonios (miedo, ira, venganza) ocultos en nuestro interior. Disfruten este relato.
Un
demonio habita en cada ser humano...
Si aprendemos a conocerlo, sabremos dominarlo y
no dejar que sea él quien nos maneje como títeres, logrando que salga lo peor
de nosotros...
Algunos manejamos más de un demonio, en lo
particular podría decir que tengo como 3 importantes y fuertes, que a veces
vienen a desestabilizarme y son: el temor al fracaso, la ira ante situaciones
que no están bajo mi control, el deseo de
venganza...
He sabido de la presencia de ellos en mí desde muy
pequeña, inician como una sensación a la necesidad de complacer un deseo, como
cuando quieres esa muñeca nueva en el aparador y que es en lo único que piensas,
y deseas te la puedan comprar, tienes el deseo de hacer berrinche con tal
conseguir lo anhelado...
Muchas veces me he autosaboteado ante cosas que ayudarían
a mi futuro, pero me invade ese temor al fracaso y me posee un sentimiento que no
me deja avanzar, las ideas se borran y no encuentro sentido realizarlas, por
lo cual las dejo sin ejecutar...
El deseo de venganza ante situaciones difíciles que
me han causado sufrimiento, ese sabor tan particular, al pensar en lo que se
podría hacer para devolver un poco de ese sufrimiento y saborear lentamente mi
triunfo, demostrar que conmigo nadie debe meterse e imponerme...
Pero, conozco a mis demonios y eso es una ventaja,
puedo dominarles y con ello obtengo mi libertad, esa libertad de mantenerme
firme ante mis convicciones y de saber que día a día crezco y mejoro como
persona, que no debo demostrarle nada a nadie, pues sé quién soy...
Que puedo lograr todos mis sueños y metas, pero que
todo lleva su proceso y tiempo, que aunque tarde más del tiempo esperado
lograré mi meta, mi objetivo y entonces ese temor a fracasar no tiene el poder
para desanimarme...
La ira, es uno de los demonios más fuertes, pero
que he dominado mediante la razón y la lógica, con la enseñanza de tantos
errores cometidos, consejos escuchados, ejemplos a seguir y la buena
orientación de personas que me han enseñado tanto...
Un demonio habita en cada ser humano, pero depende
de cada persona el dominarlo o que le domine...
(Shadow)
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